La industria alimentaria, tanto en el sector humano como en el animal, plantea diversos retos en materia de filtración de aire, que pueden variar significativamente en función de los productos procesados.
Durante el procesamiento industrial, puede haber suspensiones de polvo, como la harina, o humos procedentes de la cocción a altas temperaturas, e incluso la presencia de vapores de aceite. Muchos de ellos tienden a contaminarlo todo: vuelven resbaladizos los suelos, se solidifican en superficies, tuberías y conductos, y se ensucian y estratifican.
La industria alimentaria genera considerables residuos de calor, que a menudo no se aprovechan del todo, y es uno de los ámbitos en los que se producen olores y contaminación por olores. Además, hay que tener en cuenta que en determinadas fases del proceso puede haber presencia de polvo con riesgo potencial de explosión.
En cuanto a la presencia de polvo, determinadas actividades de la industria alimentaria, como el procesamiento de ingredientes secos o la manipulación de polvo fino durante la producción, pueden generar atmósferas con altas concentraciones de polvo en suspensión. En determinadas condiciones, estos polvos pueden llegar a ser combustibles y suponer un riesgo de explosión. Esto es especialmente crítico en entornos con presencia de gases o vapores inflamables.
Para mitigar el riesgo de explosiones de polvo, las empresas de la industria alimentaria deben adoptar medidas preventivas, como sistemas de filtración de aire perfectamente adaptados a los problemas de la industria alimentaria y perfectamente compatibles con las normas exigidas.
HFiltration se encarga del diseño, la fabricación y la instalación de sistemas de filtración industrial dedicados a polvos y humos secos, nieblas aceitosas y compuestos orgánicos volátiles. Todos nuestros sistemas están diseñados y adaptados para satisfacer las necesidades específicas de cada empresa.